En la incesante pugna entre el poderoso y los despojados, la burocracia y las normas juegan a ser mecanismos ambivalentes para formalizar el saqueo. A pesar de que pudiesen existir evidencias en contra de los proyectos que afectan irremediablemente la naturaleza, los funcionarios públicos avalan generosamente las licencias que permiten la destrucción. Tal vez es solo cuestión de favores y de prebendas.

La insensatez humana juega al poder y la ambición dando mínima importancia a la propia supervivencia y a la de otros seres vivos con los cuales compartimos este pequeño planeta. Hoy aquí en la Cuenca de nuestro hermoso río Magdalena, pesan más las ganancias y los sueldos que la propia necesidad de vivir.

La vida requiere agua para existir. La mayor parte de nuestro cuerpo es agua, tal vez más del 60 por ciento de nuestro cuerpo es agua acumulada en nuestras células y tejidos.  Si no fuera por nuestro esqueleto constituido por finas partículas de polvo mineral, difícilmente podríamos levantarnos del suelo. En vista de que gran parte de nuestra esencia corpórea es agua, nosostros mismos somos parte del ciclo del agua en el planeta. El agua circula por nuestro cuerpo hacia el ambiente y viceversa. Ingerimos agua constantemente y la expulsamos luego por nuestros orificios. En conclusión, sin agua no podemos existir y nuestro papel en el ciclo del agua del planeta es fundamental para su equilibrio.

No solamente somos mamíferos, sino una especie de primate con gran habilidad para adaptarnos y transformar el planeta. Lo que hagamos y dejemos de hacer determinará nuestra existencia. Esto implica  nuestras decisiones sobre el manejo y conservación del agua. También implica darle mayor valor al agua como elemento vital, que a los beneficios económicos obtenidos en el mercado de sus subproductos. El mercado busca regular la existencia humana, darle mayor valor a los beneficios particulares del grupo de poder, así ello constituya el hambre y la muerte para millones de personas. En esta escala de mercado, el valor de acumular basuras o producir energía eléctrica reviste mayor prioridad que darle de comer y beber a un inmenso número de personas, tomados estos casos de la vida real en nuestra cuenca.

Ante la avalancha de megaproyectos hidroeléctricos en la cuenca del Río Magdalena, parece inútil persistir en la descontaminación de un pequeño pero valioso río como el Guarapas en el Valle de Laboyos. La atención está concentrada en la expoliación que realizan las grandes compañías extranjeras en el Proyecto El Quimbo. Nosotros en Laboyos también hacemos parte del Quimbo, también vemos con espanto el impulso destructivo de la economía de mercado sobre la naturaleza. ¿Qué nos podrá quedar en pocos años?

La descontaminación y conservación del agua, de sus afluentes, ríos, nacimientos, vertientes, humedales y de cada gota de agua dulce es una prioridad para la humanidad.  Porque de ella depende la alimentación y la supervivencia misma de nuestra sociedad.

Es tan importante la acción de un campesino para cuidar de su nacimiento de agua, que la defensa de la tierra de los megaproyectos. No podemos por lo tanto dejar de insistir en la conservación y cuidado de toda la cuenca del Río Magdalena. El Río Guarapas también está en grave peligro por las basuras acumuladas, por la deforestación, la extracción de materiales de río para construcción, por el vertimiento de aguas residuales a su cauce. Trabajar por su descontaminación es aportar a nuestra propia supervivencia como colombianos.

En este sentido, publicamos en este espacio las respuestas que nos ha hecho llegar la Alcaldía de Pitalito en cabeza de su Jefe de Planeación y el Ministerio del Ambiente, como muestras de la acción de las instituciones públicas ante las propuestas de la comunidad para detener la contaminación del Río Guarapas por la acumulación de las basuras de los municipios del sur del departamento del Huila. Las respuestas no satisfacen las necesidas de una realidad contaminada; no contribuyen a detener los impactos que ya se han generado ni los que se siguen generando, sin embargo estas comunicaciones nos permiten evaluar las acciones de conservación que debemos seguir desde la comunidad, desde los mismos habitantes de nuestra región. Por ello esperamos los comentarios y las sugerencias de la ciudadanía para continuar con la defensa de nuestros ríos. Y resaltar la inmensa lucha que libran nuestros compatriotas en cada rincón del país para detener la destrucción de la naturaleza; en su acción también está nuestra supervivencia¡

Invitamos también a la ciudadanía a ver este video que muestra la lucha social por la superviencia contra la destrucción de la naturaleza: 

http://www.youtube.com/watch?v=BFv4HG8ALeA






0 comentarios:

Publicar un comentario

Visitas Totales

Síganme

Sample Widget